El huevo es un alimento de alto valor
biológico dada su especial composición nutricional. Está cubierto por una
cáscara con un alto contenido de carbonato de calcio cuyo color, dureza y
elasticidad depende de la especie del ave. La cáscara es porosa y cuenta por
dentro de una película protectora que protege al huevo de la entrada de
gérmenes y otros contaminantes.
El huevo de gallina es el más utilizado y
aporta alrededor de 80 kcal por unidad. Está constituido por la yema de color
amarillo y la clara de color transparente. La yema es rica en grasas: triglicéridos,
fosfolípidos (lecitina) y colesterol. El aporte de colesterol por yema es de
alrededor de 250 miligramos. También aporta minerales como fósforo, zinc y
selenio, además de vitaminas: A, D y del complejo B, especialmente, vitamina
B12, ácido fólico y biotina. La clara de color transparente está constituida
principalmente por proteínas.
El huevo aporta alrededor de 7 gramos de
proteínas por unidad, con un muy buen patrón aminoacídico. La proteína es de
alto valor biológico y con una digestibilidad cercana al 100%, es decir se
utiliza casi totalmente por el organismo. Un 50% de la proteína corresponde a
ovoalbúmina, correspondiendo el resto a ovotransferrinas, glucoproteínas y
lisozimas.
Considerando
su importante aporte nutricional muchos padres me han consultado acerca de cual
es la mejor edad para la introducción del huevo en la alimentación
complementaria del lactante. Hasta hace algunos años se establecía que la
introducción del huevo debía hacerse en forma tardía, después de los dos años
de vida, porque se estimaba que de esta manera se limitaba el riesgo para
presentar alergia al huevo, especialmente en niños con alto riesgo (alergias en
padres o hermanos). También se recomendaba evitarlo durante el embarazo y la
lactancia. Tanto la Academia Americana de Pediatría, la Organización Mundial de
la Salud, la Sociedad Europea de Gastroenterología Pediátrica y la Autoridad
Europea de Seguridad Alimentaria, así como estudios recientes han demostrado
que el retraso en la introducción de alimentos de algunos alimentos
relacionados con alergias alimentarias como el huevo no reducen el riesgo de
alergia alimentaria, tanto en niños con bajo o alto riesgo de alergias. Por otra parte,
tampoco existe evidencia para la incorporación del huevo antes de los 6
primeros meses de vida. Así que bueno, con esta información, además de verduras, carne de vacuno,
pavo, pollo pueden incorporar huevo a la alimentación del lactante después de los seis meses de vida.
Referencias
Wei-Liang Tan J, Valerio
C, Barnes EH et al; Beating Egg Allergy Trial (BEAT) Study Group. A randomized
trial of egg introduction from 4 months of age in infants at risk for egg
allergy. J Allergy Clin Immunol. 2017;139(5):1621-1628.e8.
Natsume O, Kabashima S, Nakazato J et al; PETIT Study Team. Two-step egg introduction for prevention of egg allergy in high-risk infants with eczema (PETIT): a randomised, double-blind,
placebo-controlled trial. Lancet. 2017;389(10066):276-286.
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